La marca representa la inspiración femenina, a la vez como entidad femenina y como presencia femenina en el hombre, el “ánima” y el “animus” de Jung, que es la causa, la creadora y la consecuencia de los movimientos y, por tanto, de los nudos del destino del hombre: a su alrededor está el movimiento del sol en las fases de las cuatro estaciones y las fases intermedias, como si se observara desde el mismo horizonte en periodos diferentes, desde la tierra que es la mujer misma, es decir, el punto de vista de todo en el tiempo.
La luna, femenina y creadora, se sitúa en el horizonte del sexo, baricentro de la identidad, alternando como vértice con el triángulo de la falda, con el corazón hecho nudo, nudo de lazos y principios firmes.
Gitana, por tanto, mujer nómada del tiempo y del espacio.